miércoles, 28 de noviembre de 2012

El caos, las tinieblas y la mujer (Breve análisis de la Introducción del libro “El segundo sexo” de Simone de Beauvoir)


Preliminar: Este texto lo difundo con autorización de la profesora Olga Vásquez (UCA) para los estudiantes de la asignatura Análisis de textos filosóficos como un modelo para el abordaje de sus textos.
 
I. Primer acercamiento contextual: Dedicatoria, epígrafes y nota

La escritora y filósofa francesa Simone de Beauvoir no pierde siquiera un espacio en el texto introductorio del libro “El segundo sexo. Los hechos y los mitos” (1949) para ubicarnos en la problemática que desarrollará a lo largo del texto. Desde la dedicatoria, los epígrafes y denominada “nota”, de Beauvoir deja entrever cuál será su mapa de redacción.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Pragmática y enseñanza. Importancia del enfoque pragmático en el aula universitaria

Preliminar: Parece una mala costumbre esto de publicar cosas que escribí hace años en otros soportes, pero el contexto obliga. Otra vez a propósito de las clases de Análisis de Textos con Olga Vásquez en la UCA, busqué este trabajo sobre Pragmática Lingüística que escribí para una materia de la Maestría en Estudios del Discurso de la UCV hace tiempo (11 años exactamente). Es pertinente para las reflexiones que estamos teniendo en el aula y para la exposición que haré el lunes sobre el texto "La mujer y el voto femenino" de Rosa Luxemburgo...

I. Introducción
“Cuando hago un examen trato de hacer un texto que no sea un caletre”; “Yo lo hago concatenado”; “A mí me resultan los textos creíbles y persuasivos”; “Los textos de examen deben ser llamativos”. Estas son algunas de las respuestas recibidas, luego de aplicar una breve encuesta no estructurada a 30 alumnos del segundo semestre de la Escuela de Comunicación de la Universidad Central de Venezuela (UCV). 

La primera pregunta que se le formuló a los bachilleres fue: ¿Qué escribe usted cuando hace un examen? No obstante, resultan aún más interesante las respuestas dadas a otras dos interrogantes formuladas: ¿Qué características contextuales de la situación “examen” toman en cuenta para realizar una prueba exitosa?; y ¿Cuál es la verdadera intención que se plantean al realizar el ejercicio? En cuanto a la pregunta sobre los elementos del contexto, estudiantes hicieron referencia a aspectos como la ropa o vestimenta que llevan al momento de realizar la prueba e incluso su estado de ánimo. Sobre la intención, algunos manifestaron “pasar la materia” y “lograr una buena nota”.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Sobre el retiro de Zaratustra

(Preliminar: Esto lo escribí en 2009 como un ejercicio personal. Ahora que Olga Vásquez me puso a releer a Nietzsche, lo recordé y lo busqué por allí. No sé si tenga algún valor. Fueron palabras al vuelo al leer el prólogo de "Así habló Zaratustra")

El retiro voluntario del joven Zaratustra, ascético y monascal, es el símbolo de todo profeta, de todo filósofo. Nietzsche proyectó en Zaratustra su ideal del filósofo. Un retiro para el disfrute pleno de la soledad y del espíritu para alcanzar el estado ideal de contemplación, un estado de plenitud propicio para la transformación. Sólo al sentir -luego de diez años- esa placidez total, Zaratustra se sintió capaz de levantar su voz y retar al máximo creador, representado en el texto en el Astro Rey, el sol, primer Dios de los humanos. “¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!”. Primer desplante al que se atreve el filósofo una vez ha encontrado en sí mismo la fuerza y la seguridad. Primer atisbo de enfrentamiento al creador, al poner en duda su existencia al retarlo a reflexionar sobre su propia realidad. Una verdad creada por su propia feligresía.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Mi biografía intelectual, un recorrido textual…

PRELIMINAR: Este fue un ejercicio para un curso de Análisis de textos filosóficos (Hermenéutica)

Si podemos establecer punto de quiebre, digamos inicial, de mi biografía intelectual podemos ubicarlo hace muchísimos años, exactamente a mis 11 ó 12 años de edad, cuando descubrí el placer de leer textos que de verdad me importaban. En ese momento, hace más de 30 años, era boy scout en mi país natal, Venezuela, y tuve que leer libros enteros para mi formación como “niño explorador”. Ni en la escuela ni en mi casa, antes de esa experiencia, tuve las ganas, la imposición familiar o la orientación escolar para “leerme un libro completico”.

Dos textos fueron fundamentales, cuyas ediciones aún conservo. El primero fue Escultismo para muchachos, escrito por el fundador del movimiento scout mundial, Robert Baden-Powell. Se trata de un manual sobre técnicas de campismo que alternaba las enseñanzas con relatos sobre un personaje llamado “Tomasito, el pie tierno”, así como algunos pasajes de las novelas y cuentos de Rudyard Kipling. Precisamente de este autor, también inglés, proviene el segundo texto que leí íntegro a los 11 años: El libro de la selva. Me motivaron dos cosas fundamentalmente: la película de Walt Disney y el hecho de que todo el universo simbólico de la tropa infantil de los scouts, llamada “Los lobatos”, se basa en la estructura de los personajes del célebre texto de Kipling. Por ejemplo, el jefe de tropa es Baloo, el amigable oso que cuidaba de Mogwli; y el subjefe era Bagheera, la fiel pantera que ayudaba a Baloo para que Mogwli aprendiera a sobrevivir en la selva por sus propios medios. En la formación para ser un buen boy scout, era fundamental hacer análisis (por supuesto, muy precarios e ingenuos) de ambos textos. Estos libros me indujeron al mundo textual y de allí en adelante, sin ser un lector voraz, tímidamente me convertí en un interesado por la lectura.

sábado, 1 de septiembre de 2012

La noción de libertad en la Edad Media: De la sujeción política a la emancipación epistemológica

NOTA PRELIMINAR: Este fue el trabajo final del curso Filosofía Medieval, cursada en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador con el profesor (tocayo y ahora buen amigo) Antonio García Espada. Me pidió que antes de publicarlo (o algo por el estilo) corrigiera una omisión imperdonable: no haber incluido la noción medieval de libertad de los filósofos islámicos. Aquí va la versión sin la corrección... Cuestiones de tiempo y burocracia...
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¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?
El presente está sólo. La memoria
erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
No es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados
espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.
El instante-Jorge Luis Borges
I. Introducción
Ha sido ingente el esfuerzo de investigación académica que se ha hecho durante los últimos años para develar los misterios que rodean la Edad Media. La tarea ha sido difícil, pues muchos son los prejuicios, preconcepciones y visiones erróneas que comúnmente se tiene sobre ese importante período para la historia de la humanidad.
Ese velo misterioso que oscurece el medioevo fue tejido, lenta y cuidadosamente, durante la Modernidad; y un aspecto que ha ayudado a entender la naturaleza de esa época lo constituye el hecho de que aquellos finos hilos con los que el mundo moderno urdió ese manto misterioso precisamente fueron concebidos en la Edad Media.
Medievalistas como Étienne Gilson o André de Muralt han advertido la enorme deuda que tiene el pensamiento moderno con la Filosofía Medieval; una filosofía colosal por su tamaño, temas y planteamientos. Por ello, esa amplísima y oscura tela necesitó de mucho hilo y muchísimos años de trabajo “moderno e ilustrado” para cubrir completamente más de mil años de estudio y análisis, hechos por una cantidad considerable de pensadores medievales, quienes desde múltiples perspectivas y a lo largo de un casi inabarcable período de tiempo abordaron una amplisíma cantidad de temas.

viernes, 29 de junio de 2012

Boecio: El último estoico romano; el primer estoico medieval

Este fue también un trabajo breve para el curso Filosofía Medieval, cursada en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador con el profesor Antonio García Espada


I. Datos importantes

Si en algo coinciden los manuales de filosofía al referirse a Boecio (Anicius Manlius Severinus Böethius, en latín) es en ubicarlo como un hito en la historia de las ideas. El último romano, el último pensador de la antigüedad, fundador de la Escolástica, primer pensador del medioevo, son algunos títulos que muestran la importancia de Boecio y, sobre todo, su característica especialísima de ser un parteaguas entre el pensamiento antiguo y el pensamiento medieval. Incluso, en los inicios de la era moderna, aún retumba la fuerza de las ideas de este personaje.

La vida de Boecio, aunque corta, es rica en sucesos y vericuetos. Nacido en Roma alrededor de 480, se conoce que muy joven viajó a Atenas, donde aprendió la cultura y la lengua griega. Al regresar se casó con una hija de Símmaco, político y orador romano, famoso por su confrontación con San Ambrosio, lo que significó el ingreso de Boecio a la política. Fue nombrado cónsul en Rávena en 510 por Teodorico, quien fue rey de los ostrogodos de 474 al 526 y de quien Boecio escribió un panegírico.

Sin embargo, Teodorico debido a sus constantes enfrentamientos con el Papado y con el imperio Bizantino, optó por enfrentarse definitivamente con el Cristianismo y acusó a Boecio de alta traición, lo encarceló y un año después, en 525, ordenó su ejecución. Reale y Antíseri (2010) señalan que Boecio fue acusado de traición por el refrendiarus Cipriano, quien era exponente del denominado partido filo-gótico, y la ejecución fue consumada en el invierno de 524.

viernes, 4 de mayo de 2012

No a la mala argumentación


No es ahora porque estudio Filosofía; es desde hace más de diez o doce años, desde que estudio retórica y argumentación: no me detengo a discutir con personas que presentan argumentaciones vacías, simples, sin logos, basadas en argumentos ad hominem y puro pathos, engañosas, soportadas únicamente en la doxa, en la opinión, sin basamentos reales, comprobables y legítimos... Esos son los que voy borrando poco a poco de mis redes sociales, reales y virtuales...

martes, 1 de mayo de 2012

Conozca el monstruo por dentro: El monstruo mediático



Los invito a ver el documental español “Cuarto Poder: los medios en la sociedad de la información” que muestra la verdadera naturaleza de eso que llamamos medios de comunicación. 

Muy bien hecho y, además, el caso de estudio para ejemplificar lo demoníaco del “monstruo” es Venezuela.

Por favor, véanlo.

lunes, 30 de abril de 2012

No hay rupturas, solo continuidades


Dedicado al Maestro en Artes Oscuras Medievales, a Nadia y a Julián...

Ruptura y continuidad, fractura y tradición, salto y contención. La idea de una supuesta fisura que varias veces parte en dos el camino de la historia de las ideas, con el vano propósito pedagógico de "hacernos entender una realidad específica", ha sido una falacia que nos ha inculcado el discurso hegemónico de la academia por siglos.

Hoy en día, cuando reclamamos la fragmentación exagerada e impuesta de la realidad que nos rodea (paréntesis: desde que estudio Filosofía me da miedo hablar de "realidad"), y en la que los medios masivos de comunicación son los más visibles culpables de esas fracturas historiográficas, los seres humanos exigimos que se nos presente la historia sin tantos parteaguas y saltos abismales.


En estos tiempos de "liquidez" se hace necesario revisar esas rupturas o discontinuidades que de manera empeñada nos han impuesto.

Sólo dos ejemplos que me han impactado en las últimas semanas.
En primer lugar, el paso del mito al logos. Siempre pensé (iba a poner "pensamos") que el paso de la forma de pensar mítica a la manera de pensar llamemos "filosófica" había sido una ruptura radical. Que sólo con la llegada de los pensadores pre-socráticos se había iniciado una nueva forma de pensar. Eso no fue así.

Zubiri explica el denominado "despertar" del hombre luego de ver lo que le rodea con una "actitud mítica", es decir, dándole a los fenómenos naturales explicaciones sobrenaturales, a una "actitud teóretica", intentando ahora entender la naturaleza por sí misma, por medio de la razón humana y la búsqueda de sus causas últimas.

Sin embargo, siempre es el hombre quien piensa, antes y después, sobre las mismas "cosas" y por las mismas inquietudes. Y vemos, como nos ha explicado la profesora Nadia, que el mito también tenía su propio logos, un logos mítico, un tipo de pensamiento humano que daba explicación a las cosas naturales y humanas, y que el logos filosófico, como nueva forma de pensar que se inicia con los pre-socráticos, no deja a un lado ni la actitud humana de sorpresa ante las cosas que le rodean, ni los temas que siempre le inquietaron y que sólo hallaban respuestas en historias fabulosas y sobrenaturales. Y es interesante observar las coincidencias temáticas de ambas actitudes (mítica y teóretica) y de ambos modos de pensar (logos mítico y logos filosófico). Según uno de los textos a leer (dije aquí que no sería muy riguroso con las citas), los conceptos de Naturaleza, lo Divino,  lo Cíclico y una Ley Cósmica que determina todo, son sólo algunas de las cosas que coinciden ambos extremos.

Por lo tanto, aquella sentencia de que era una ruptura no es tal. Es una continuidad; sí un cambio de actitud (como dice Zubiri), pero siempre es el hombre quien piensa, sobre las mismas cosas, ante las mismas preguntas e incluso muchas veces partiendo de las propias respuestas "míticas" para construir desde una nueva perspectiva nuevas respuestas (caso Tales y el principio del agua como inicio de todas las cosas, lo cual también tenía una versión mítica).

El otro caso es la Edad Media. Gracias a un interesante ejercicio que hizo nuestro profesor (a quien llamaremos Maestro en Artes Filosóficas Medievales) verificamos nuestras erróneas y prejuiciadas percepciones sobre el medioevo. Palabras como oscuridad, ignorancia, terror, violencia, entre otras muchas negativas, surgieron en la discusión. El Maestro, visiblemente sorprendido, nos advirtió si no pensábamos que era una visión demasiada moderna. En efecto, nos percatamos de que estábamos mediados radicalmente (desde la raíz) por un pensamiento hegemónico occidental iniciado con la modernidad que desconocía de manera total el legado de la Edad Media en la historia de las ideas. Tal vez, el parteaguas más abismal de todos: el medioevo.

Gracias al "Maestro" hemos asistido a una revisión paradigmática que nos ha permitido intentar una nueva lectura de la Edad Media. La síntesis es la enorme influencia del Platonismo, el Aristotelismo y el Neoplatonismo en la denominada Filosofía Cristiana (término por demás controvertido) y, más interesante aún, la impronta determinante (e igualmente invisibilizada por la historiografía oficial) del Islam en el pensamiento cristiano.

Y otro agregado. El desconocimiento histórico de la influencia del pensamiento cristiano del medioevo en la Filosofía Moderna (aquí debí poner unos signos de exclamación, pero era exagerado). Para dilucidar esa "duda exclamativa" en estos momentos leemos a Étienne Gilson, lo cual merecerá tal vez un post aparte.

Pero sólo como adelanto les ofrezco unas líneas de Gilson en su Espíritu de la Filosofía Medieval (Rialp, 2009) en las que explica la dimensión de ese abismo que se empeñaron en cavar entre la Edad Media y la Modernidad.

"Abramos, por ejemplo, las obras de René Descartes, el reformador filosófico por excelencia, de quien Hamelin se atrevía a escribir que "se coloca después de los antiguos, casi como si nada hubiese entre ellos y él, con excepción de los físicos". ¿Qué debemos entender con ese casi? Pudiéramos en primer lugar recordar el título de sus Meditaciones acerca de la metafísica "donde la existencia de Dios y la inmortalidad quedan demostrada". Podríamos recordar una vez más el parentesco de sus pruebas de la existencia de Dios con las de San Anselmo y aun las de Santo Tomás. No sería imposible mostrar lo que su doctrina de libertad debe a las especulaciones medievales sobre las relaciones de la gracia y el libre arbitrio, problema cristiano por excelencia".

Ese "casi abismal" de Gilson se repite a través de la historia de las ideas muchas veces. Y es tarea fundamental comenzar a inventariarlos, estudiarlos y medir con detalle cuánto de cierto tuvieron y cuánto de intencionalidad histórica para invisibilizarlos igualmente tuvieron.

Como decía Horkheimer (cuya frase la conocemos gracias a otro maestro, Julián González) "ardua e ingrata" la tarea del filósofo.

martes, 24 de abril de 2012

Y llegó la Filosofía... (nuevos aforismos)


Desde hace mucho tiempo no escribía en mi blog. Sin embargo, hoy he decidido volver a expresarme por este medio, sin mucho pensar, sin mucho editar, sin preocuparme mucho por la extensión, el estilo o el valor literario. En pocas palabras, sin mucho estrés. Creo que además de las redes sociales ya "tradicionales" en nuestra cotidianidad, hay que rescatar las posibilidades de este medio para hacer llegar a mucha gente los temas que inquietan a quien suscribe. Trataré, como siempre, a limitarme a tópicos relacionados con la filosofía, el análisis del discurso, la comunicación social, el periodismo, cine, literatura y fotografía.

La razón por la que no escribía la conocen mis más cercanos amigos. Sin embargo, quiero decirles lo que me motiva a retomar la escritura. Desde hace algunas semanas me he visto en la hermosísima necesidad de leer algunos textos fundamentales de Filosofía; hacerme preguntas, cuestionarme, observar con otros ojos (de cronopio) mi entorno e intentar darle explicaciones a inquietudes fundamentales que siempre han rondado mi actividad profesional, cultural, académica y periodística.

Lo más interesante es que estas lecturas han sido "dirigidas". Es decir, cuento con docentes de altísima calidad para guiar este nuevo acercamiento a la Filosofía. Los temas que estoy leyendo, discutiendo y analizando (con el poquísimo tiempo que tengo) versan sobre Filosofía del Lenguaje, Filosofía Medieval, Antropología Filósofica y Estoicismo. He sentido la necesidad de discutir o expresarme sobre esos asuntos y creo que el blog me ayudará a expresarme, pero también a reflexionar sobre la escritura en tiempo real (leyendo, analizando, escribiendo, etc.)

Aprovecharé también este formato blog o bitácora para no ser riguroso. Se trata de un experimento: intentar construir discursivamente mis divagaciones, pareceres, impacto, dudas, posturas sobre lo leído o por leer... No serán ensayos ni breves tratados, al estilo de una guía de estudio. Se trata de mis muy personales y nada rigurosos aforismos. Además, quiero relacionarlos con los demás temas que siempre me han inquietado y que he enumerado al final del primer párrafo.

No descarto también retomar temas que me permitan mi actividad profesional. Me refiero a temas políticos de mi país, Venezuela, que ciertamente resulta en estos precisos momentos un buen tópico de discusión y, además, de aplicación de las lecturas que hago en este momento.

Finalmente, decirle que otra vez quiero ver las cosas "con ojos de cronopio" como nos enseñó Cortázar, pero esta vez también con el nuevo tamiz de la Filosofía.

Por ahora espero comentarios (si aún hay alguien que aún visita estas páginas).

Antonio