sábado, 10 de enero de 2009

Una de las grandes deficiencias de la educación superior en Venezuela es la falta de ofertas extracurriculares a la academia. Algo realmente lamentable pues son estas actividades las que nos acercan a la sustancia de nuestra vida universitaria de una manera cordial, sensible, incluso amena. A esto se suma una lamentable situación: los currículos de las escuelas, además de desfasados, siguen presentándonos la realidad de manera fragmentada, atomizada, en fin, distorsionada. La realidad es compleja, líquida, multidimensional. Sin embargo, seguimos empeñados en tratar de abordarla desde pequeñas ventanas, compartimientos, clusters, como animales de carga castigados con un par de gríngolas o como burócratas condenados a usar pesados lentes correctivos sin la fórmula óptica adecuada. Algunos mantenemos la fe en la materialización definitiva de ese fantasma que está recorriendo las aulas, los espacios de discusión y las lecturas de algunos docentes preocupados: el diálogo de las disciplinas, conocidas hoy en día con diversos nombres como transdisciplinareidad, multidisciplinariedad e interdisciplinariedad.

A pesar de que la estructura formal de los estudios superiores nos obligue a ver nuestro entorno de forma errónea, por ahora, debemos ser conscientes de que cuando decidimos estudiar una carrera universitaria, estamos en la obligación de hacernos sensibles a la realidad que nos rodea. Una de las vías es la exposición permanente a manifestaciones culturales, entendiendo “cultura” como toda forma de expresión humana que preserve la huella del hombre. Y el arte es la forma más sublime para mantener vivo el espíritu de la humanidad. Pero el arte vista no como el ideal estético de la belleza (históricamente excluyente y elitesca), sino más bien como la forma precisa de mostrarnos unos a otros. Acercarnos al cine, la literatura, el teatro, la plástica, la arquitectura, la música, la danza, nos permite alcanzar esa sensibilidad tan necesaria para ser un estudiante universitario, al menos aceptable.

La Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (ECS-UCV) actualmente atraviesa un momento histórico, una encrucijada, una coyuntura, una situación compleja, la cual reclama la activación de experiencias que refuercen urgentemente la academia. Docentes y estudiantes estamos decididos a revivir la extensión y la investigación, como vías para que la docencia tome caminos que permitan una verdadera formación integral, holística, múltiple y, sobre todo, pertinente a los tiempos que vivimos.

Una propuesta que presentamos es la creación del Taller Libre de Literatura ECS-UCV.

Un espacio para el diálogo, la apreciación de obras, charlas de escritores e investigadores, seguimiento a las corrientes actuales de las letras, la lectura, la discusión de políticas públicas en materia del libro, organización de eventos literarios y, en la medida de lo posible, la producción colectiva de textos para su publicación.

Lo hemos denominado “Taller Libre”, pues la aspiración es que éste no sólo lo integren estudiantes de la Escuela, sino también docentes y egresados, así como otros miembros de la comunidad ucevista (estudiantes y docentes de otras escuelas y facultades, trabajadores, obreros) y público en general. Asimismo, hay un deseo sincero: que el “Taller” sea permanente, que no se limite a un período de tiempo, a una “época” o a una gestión particular: que sea patrimonio de la Escuela.

La metodología y organización será de construcción colectiva. Y las actividades arrancarán el semestre que viene (2009-I), es decir, en marzo de 2009.

Contamos con el apoyo de la comunidad ECS-UCV, pues este espacio es para ella.

Contactos:
Facebook: Grupo Taller Libre de Literatura ECS-UCV
taller-libre-de-literatura-ecs-ucv@googlegroups.com
ajnunezdiscurso@gmail.com