NOTA PRELIMINAR: Este fue el trabajo final del curso Filosofía Medieval, cursada en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador con el profesor (tocayo y ahora buen amigo) Antonio García Espada. Me pidió que antes de publicarlo (o algo por el estilo) corrigiera una omisión imperdonable: no haber incluido la noción medieval de libertad de los filósofos islámicos. Aquí va la versión sin la corrección... Cuestiones de tiempo y burocracia...
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¿Dónde estarán los siglos, dónde el
sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?
El presente está sólo. La memoria
erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
No es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados
espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?
El presente está sólo. La memoria
erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
No es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados
espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.
El
instante-Jorge Luis Borges
I. Introducción
Ha sido ingente el esfuerzo de
investigación académica que se ha hecho durante los últimos años para develar
los misterios que rodean la Edad Media. La tarea ha sido difícil, pues muchos
son los prejuicios, preconcepciones y visiones erróneas que comúnmente se tiene
sobre ese importante período para la historia de la humanidad.
Ese velo misterioso que oscurece el
medioevo fue tejido, lenta y cuidadosamente, durante la Modernidad; y un
aspecto que ha ayudado a entender la naturaleza de esa época lo constituye el
hecho de que aquellos finos hilos con los que el mundo moderno urdió ese manto
misterioso precisamente fueron concebidos en la Edad Media.
Medievalistas como Étienne Gilson o
André de Muralt han advertido la enorme deuda que tiene el pensamiento moderno con
la Filosofía Medieval; una filosofía colosal por su tamaño, temas y
planteamientos. Por ello, esa amplísima y oscura tela necesitó de mucho hilo y
muchísimos años de trabajo “moderno e ilustrado” para cubrir completamente más
de mil años de estudio y análisis, hechos por una cantidad considerable de
pensadores medievales, quienes desde múltiples perspectivas y a lo largo de un casi
inabarcable período de tiempo abordaron una amplisíma cantidad de temas.