viernes, 7 de agosto de 2009

The Bolaño Fever (breve reseña para Pauta Libre UCV de mayo de 2009)



Que el jurado del National Book Critique Circle, el premio más prestigioso de la crítica literaria de Estados Unidos, haya escogido la novela póstuma del escritor chileno Roberto Bolaño, 2666, como el mejor libro de ficción de 2008 ha provocado un nuevo salto exponencial en el ya existente mito que rodea la vida y obra de este autor, el cual despierta la admiración secreta, lúdica, militante y solidaria de los jóvenes de América Latina, Europa y el resto del mundo.

Mito, velocidad, riesgo y realidad descarnada son ingredientes del cóctel que dibuja tanto la vida como la literatura de Roberto Bolaño.

Nacido en Chile en 1953, muere en España en 2003 por una deficiencia hepática. En otras palabras, 50 años de vida fueron suficientes para edificar una obra en la que se mezclan la aventura literaria (personajes inmersos en una riesgosos viajes), el relato policial (sea cual sea el tema), la poesía (como texto y como acción) y la historia (sobre todo de América Latina bajo el terror de la dictadura).

El mito de su vida también está sostenido en una biografía llena de odiseas personales que reviven y se inmortalizan en su narrativa. Vemos, entre otros personajes característicos de sus libros, a poetas que hacen las veces de vigilantes nocturnos, talleristas que emprenden aventuras peligrosas y profesores de literatura que se embarcan en una investigación para conocer el paradero de un autor europeo perdido en tierras lejanas de América Latina en la que los asesinatos de mujeres son parte del terror y de la cotidianidad.

Sus dos libros más celebrados: 2666 y Detectives Salvajes, pueden conseguirse en Venezuela. El primero en la edición española de Anagrama (2004) y el segundo en una edición hecha en el país por el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg).

Dos lecturas que ayudarán a entender mejor la vida y obra de Roberto Bolaño; y las razones de esta “fiebre” mundial descrita por algunos como “Bolañomanía”.