Mi amigo Anónimo, que empieza tímidamente a asomarse en este blog, me ha dejado una buena pregunta en el post anterior: ¿Y a Bolaño le gustaba algún escritor? Pues sí. Hay un libro del escritor chileno donde confiesa (además de sus disgustos) sus gustos literarios. El texto se llama Entre paréntesis (Anagrama, 2004). Es caro (más o menos 100 mil bolívares) y se consigue en los pasillos de Ingeniería de la UCV (Antonio, El Libanés, lo tiene) y en algunas librerías de Caracas. En este excelente libro se reúnen los artículos, ensayos, discursos y notas que Bolaño produjo y publicó entre 1998 y 2003, año de su muerte.
Respondiendo a Anónimo, Bolaño habla "cosas" muy buenas de otros escritores. ¿Unos ejemplos?:
* Sobre César Aira (argentino)
"Si hay actualmente un escritor que escapa a todas las clasificaciones, ése es César Aira, argentino de Coronel Pringles, ciudad de la provincia de Buenos Aires que no tengo más remedio que aceptar como real, aunque parezca inventada por él, su hijo más ilustre, el hombre que ha escrito las palabras más lúcidas sobre la madre (un misterio verbal) y sobre el padre (una certeza geométrica)... Digamos, para empeza, que Aira ha escrito uno de los mejores cuentos que yo recuerde (Cecil Taylor)... También es autor de cuatro novelas memorables (Como me hice monja, Ema, la cautiva, El congreso de literatura y El llanto)". Página 136
* Sobre Juan Villoro (mexicano)
"Acaba de aparecer en las librerías españolas el último libro de Juan Villoro, La casa pierde (Alfaguara), diez relatos excepcionales, con ese raro poder que tiene el escritor mexicano no para asomarse al abismo sino para permanecer en el borde del abismo, durante mucho rato, balanceándose y por lo tanto haciéndonos balancear a nosotros, sus lectores, con movimientos que surgen de la duermevela o tal vez de la lucidez extrema". Página 137
* Sobre Enrique Vila-Matas (español)
Esta es parte de una reseña sobre la aparición en las librerías de la ya célebre novela de Vila-Matas Bartleby y compañía (Anagrama, 2001): "De alguna manera este libro me recuerda otro de Vila-Matas, Para acabar con los números redondos, publicado en 1997, un libro magnífico, uno de los libros más felices que he leído y que en España pasó casi desapercibido cuando sin ninguna duda fue de lo mejor que se publicó aquel año. El aliento es el mismo. La fuerza poética es la misma. Incluso la levedad es similar". Página 287
NOTA: A mi hermano Raúl Cazal le debo la alegría de haber leído El congreso de literatura de César Aira y al propio Villoro haber leído las primeras páginas de sus Efectos personales (Anagrama, 2001). ¿Por qué las primeras páginas? Porque el escritor mexicano me lo regaló y lo dejé en el hotel. Estaba autografiado. Sin embargo, siempre recuerdo su humildad, ésa que me mostró por unos minutos, una tarde, en un congreso de filología perdido en Munich en octubre de 2001 (el único que he ido en mi vida). Aquí en Venezuela, Monte Ávila Editores publicó en 1992 su excelente libro de cuentos La alcoba dormida. Todavía se consigue en las ferias...
3 comentarios:
Gracias, muy interesante saberlo...
buena tu reseña. aquí tienes un blog sobre bolaño: www.planeta2666.blogspot.com. saludos.
A bolaño, por supuesto, le gustaban mucho más autores de los que salen en "entre paréntesis", él decía que le interesaban más los libros ajenos que los propios, es interesante leer a unos de sus principales autores: Nicamor Parra; este vetusto poeta realiza una poesía coloquial, cercana y por sobre todo con humor, una poesía posmoderna. leánla si no tienen cómo ingresen a www.memoria chilena.cl, busquen su nombre o en cualquier portal en especial el de la universidad de chile.... bueno gracias por llegar a la última parte del comentario y gracias al profesor dueño del blog, pues falta gente que profundice las lecturas.
El chileno
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