martes, 9 de abril de 2013

Filosofía para filosofar (Breve análisis del texto “Filosofía, ¿para qué?” de Ignacio Ellacuría)


 
I. Breve introducción

En el monumental libro El pensamiento filosófico latinoamericano, del Caribe y “latino” (1300-2000), compilado por Enrique Dussel, Eduardo Mendieta y Carmen Bohórquez, hay varias referencias al religioso y filósofo español Ignacio Ellacuría, quien desarrolló desde 1967 su labor docente e investigativa en la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) de El Salvador, hasta aquella fatídica noche del 16 de noviembre de 1989 cuando fue vilmente asesinado en la etapa final de la guerra civil que por más de una década vivió ese país centroamericano.

Por ejemplo, en el apartado La fenomenología y la filosofía existencial, de la segunda parte del libro titulada Corrientes filosóficas del siglo XX, en el segmento dedicado a Centroamérica, se puede leer: “En El Salvador la presencia del sacerdote Ignacio Ellacuría (España, 1930-El Salvador, 1989) ha sido muy importante, aunque truncada por manos asesinas (…) Efectuó aportes a la teología de la liberación y a la filosofía a partir de la formación que había recibido de Xavier Zubiri y del contacto estrecho con él (…) Sus obras filosóficas –publicadas póstumamente–, permiten apreciar el desarrollo de su pensamiento, en el que el diálogo es también, naturalmente, con la fenomenología y el existencialismo” (Dussel y otros, 2011: 306).

En dicho libro se aprecian otras referencias sobre los aportes de Ellacuría a la filosofía latinoamericana, sobre todo en campos fundamentales como la Filosofía de la Liberación y, por supuesto, la Filosofía de la religión.