Me reclaman con bastante luz y estruendo que escriba más por aquí... Y sigo diciéndolo: el miedo me paraliza. El orden y el caos de la cotidianidad, mi cotidianidad, seca la tinta de mi bolígrafo, quiebra el gráfito del lápiz, enreda la cinta de la máquina de escribir (que no existe, por supuesto) y funde el cable de la computadora.
Sin embargo, poco a poco me acerco. Pero Vila-Matas y Bolaño, con sus textos (ahora leo París no se acaba nunca de Vila-Matas) me recuerdan que no estoy preparado y que no he de gastar esfuerzo en nada que no valga la pena...
Hablando de Vila-Matas, es su culpa que muchos nos sintamos una especie maligna de Montano-Bartleby, es decir, un enfermo hipocondríaco que ama la literatura pero que inevitablemente no puede leer todo lo que tiene entre manos; mucho menos escribir una línea que le agrade...
Por eso es un subterfugio, una estrategia personal, un escape, seguir "colgando" aquí cosas que no me pertenecen.
Me declaro culpable, confieso mi crimen y reincido...
Les muestro (no sé si lo hice antes) el trailer o adelanto del documental sobre Roberto Bolaño que viene por ahí y que se titula Bolaño cercano del cineasta Erik Haasnoot y que te regalan con el libro Bolaño salvaje (Candaya, 2008).
Ojalá alguna vez lo tengamos entre las manos... Como dicen por ahí: "Para que no tengas tiempo de leerlo, ingenuo..."